Este reportaje de 6 minutos de El Confidencial (publicado en junio de 2022) expone los desafíos que arrostra China en su propósito de consolidarse como la potencia dominante en el Pacífico, en particular, lo relativo a los micro-estados de Oceanía. China ha dado un paso importante en esa dirección, al lograr recientemente un tratado de cooperación y seguridad con las Islas Salomón (cuyo contenido, por cierto, es secreto).
En 2021, el Departamento de Defensa de EE. UU reconoció que China ya
superaba en número a la flota americana (350 y 290 buques respectivamente), no
obstante, por tonelaje, esta última supera ampliamente a la primera (2 millones
de toneladas de la flota china frente a unas 4.600.000 toneladas de la
estadounidense).
Los retos más apremiantes para la flota china a nivel regional, son el
grupo de estrechos e islas que restringen su libre acceso al Pacífico. Un
primer y audaz paso de China para sortear este escollo, ha sido militarizar en
los últimos años las islas artificiales
que ha construido en el disputado Mar de China Meridional (específicamente en
las islas Spartly y Parecelso). En
lo referente, a bases navales en el exterior, de momento, solo posee una, y
está situada lejos del Pacífico, en la costa del mar rojo de Yibuti.
El Pacífico, tras la segunda guerra mundial, ha estado abarrotado de bases
navales de EE.UU. En septiembre de 2021, junto a Australia y Reino Unido, los
norteamericanos anunciaron la creación de la alianza naval AUKUS, para resguardar sus intereses en el Indo-Pacífico. Así
mismo, hay que tener presente, El pacto de
los 5 ojos (5 eyes), acuerdo entre servicios de Inteligencia de los 3
países mencionados con anterioridad, más Nueva Zelanda y Canadá. Por su fuera
poco, EE. UU hace parte del foro multilateral de seguridad QUAD, en compañía de Japón, India y Australia.
El mencionado acuerdo entre China y las Islas Salomón, hace parte de la
estrategia china de ampliar su esfera de influencia más allá del Mar de China
Meridional, sin embargo, las cosas no han marchado como desearía el régimen de
Pekín, en virtud de que el 30 de mayo de 2022, en el seno de la segunda cumbre China-Pacífico, no lograron
que los 10 micro-Estados de Oceanía se sumaran al Plan estratégico de
desarrollo conjunto (un Tratado económico regional) propuesto por la diplomacia
china. Micronesia, ha encabezado la
oposición a la iniciativa de Pekín. Pese a ello, si alcanzó algunos acuerdos
bilaterales, como Samoa, donde
construirán un laboratorio digital para la Policía, o con Tonga, donde proporcionará equipos a los agentes de frontera.
En respuesta, EE. UU, Australia y Nueva Zelanda quieren robustecer sus
relaciones diplomáticas y de seguridad con esta constelación de micro-Estados,
amenazados en los últimos años por el incremento del nivel del mar ocasionado
por el calentamiento global y dependientes en extremo, de la pesca y el
turismo.
¿Podrá Occidente persuadirles
de mantenerse alejados de la influencia china?
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