lunes, 25 de diciembre de 2023

Algunos de los retos de las intervenciones humanitarias en Colombia

 Por Jorge Burgos García*

20-06-22

*Master en Cooperación Internacional al Desarrollo y Especialista en Ciencia Política. Docente de Geopolítica, Relaciones Internacionales e Historia

Las intervenciones humanitarias siguen siendo imprescindibles en la sociedad global de hoy. El esfuerzo por mejorar su capacidad de responder a las demandas de las comunidades afectadas no es visible para el común de los ciudadanos. Por consiguiente, nos proponemos presentar dos casos en Colombia, que patentizan el arduo, innovador y estimulante trabajo que sigilosamente se realiza en aras de proteger a grupos sociales vulnerables.

El primer caso hace relación a la labor que ha venido adelantando desde 2011 el batallón de movilidad de Infantería de Marina que tiene sede en Mahates, un municipio del norte del país. En línea, con el moderno concepto de seguridad, Lozano (2018) nos indica que, “a través del Ministerio de Defensa Nacional, a partir del año 2013, se estableció la Política para el Sector Defensa en Gestión del Riesgo de Desastres, la cual plasma unos objetivos, estrategias y lineamientos para la actuación de la Fuerza Pública ante la ocurrencia de este tipo de situaciones” (p. 33).

No obstante, en 2018, fruto de una evaluación interna, se propusieron, acorde con el informe de Lozano (218) “mejorar su cadena de suministro y capacidad de respuesta ante la ocurrencia de una catástrofe de origen natural” (p. 33). En función de cumplir a cabalidad con su consigna, se creó la Compañía de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres de la Armada de Colombia, cuyo equipo de profesionales está compuesto por 48 integrantes. Acorde con lo fijado por Lozano (2018) su papel se centra “en: Procedimiento de operaciones para la gestión del riesgo, procedimiento de planificación para la gestión del riesgo, procedimiento sección de operaciones para la gestión del riesgo, procedimiento sección logística para la gestión del riesgo”. (p.35).  En 2021, recibieron, según, lo que informa la Armada Nacional, a través de su portal web (2021): “El reconocimiento como Equipo Acreditado es dado…en cabeza de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo en Colombia (UNGRD)… se encuentran altamente entrenados y capacitados para atender emergencias de orden nacional bajo la metodología de las Naciones Unidas (INSARAG) para poder trabajar de la mano con equipos USAR…en Colombia y el mundo, dotados de la tecnología de vanguardia necesaria para mitigar los impactos generados por incidentes naturales o provocados.” Este esfuerzo institucional ha permitido que la Armada Nacional de Colombia encare eficientemente retos de distinta índole, e incluso internacionales (2021):

“En el año 2015…apoyaron la atención al colapso estructural del edificio Blas de Lezo en la ciudad de Cartagena…Así mismo, en el año 2016 apoyaron las labores de remoción de escombros, manejo de albergues y distribución de ayudas humanitarias tras el paso del Huracán Matew, en Haití…. Su más reciente participación tuvo lugar en la asistencia brindada a las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, tras el devastador paso del huracán IOTA, siendo la primera fuerza de reacción en llegar hasta el lugar de la emergencia…”

El segundo caso, hace referencia a esa zona gris entre conflictos armados no internacionales y contextos de violencia urbana como el que no ha dejado de padecer Medellín en las últimas décadas. El asunto medular al respecto, lo describe magistralmente Valencia (2020): “las organizaciones humanitarias, desde su mandato clásico, se encuentran constreñidas para operar en estos nuevos escenarios de confrontación, lo que imposibilita la generación de un espacio humanitario” (p.182).

El Proyecto ECOPAD, desarrollado de forma directa por World visión International, responde al llamado del Humanitarismo maximalista, al que solo las más audaces ONG han resuelto sumarse, puesto que, como recalca Valencia (2020) “A pesar de que estas no sean cubiertas por la órbita del DIH, desde la perspectiva de las víctimas, las violencias difieren muy poco de las derivadas de una concepción clásica del conflicto armado”. (p.194). Medellín, al hilo con el pensamiento de Valencia, vive una emergencia política compleja, producto de la urbanización del conflicto armado histórico del país. El proyecto ECOPAD en Medellín, con su amplio y variado equipo de profesionales, ejecuta una labor pedagógica que Valencia (2020) destaca:

“Viene implementando desde 2001 un plan de for­mación para empleados y líderes comunitarios en temas de prevención y manejo de los desastres…Además de temáticas típicas de respuesta a de­sastres como brigadistas, cuidado ambiental, diseño e implementación de proyectos para reducir vulnerabilidad y aumentar sus capacidades frente a los desastres y emer­gencias, el reconocimiento y divulgación de los estándares humanitarios, se abordan temas como la promoción y defensa de DD.HH, la promoción y defensa del DIH” (p. 196).

Su metodología se centra en impartir una serie de talleres destinados a dotar de las competencias requeridas para afrontar los retos que exija una circunstancia adversa determinada. Valencia (2020) subraya acertadamente que “son grupos de voluntarios de comunidades en condiciones de vulnerabilidad que se preocupan por reducir el riesgo y se preparan para enfrentar situaciones de emergencia y apoyar la respuesta humanitaria” (p.197).

Es menester expresar que los retos en materia humanitaria en cualquier país en desarrollo son desafiantes. Particularmente en Colombia, implica estar capacitados para atender los estragos que ocasionan los recurrentes desastres naturales. Por si fuera poco, el país padece las secuelas de un largo y complejo conflicto armado que no cesa, solo muta hacia nuevas formas, que, en el caso de Medellín y otros tantos escenarios citadinos y rurales, impacta innumerables comunidades. Como bien lo señala Paula Andrea Valencia (2020) en su artículo: “la ayuda humanitaria en contextos urbanos violentos todavía no se ha convertido en una prioridad”. Y eso nos hace presagiar que seguiremos contemplando en los telediarios, comunidades vulneradas clamando por ayuda humanitaria y justicia social.

REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS

Lozano-Borrero, J. P. (2018). Cadena de suministro aplicada en logística humanitaria: Caso batallón de movilidad de Infantería de Marina. Revista Científica Anfibios, 1(1), 32-39. http://www.revistaanfibios.org/ojs/index.php/afb/article/view/8

ARMADA NACIONAL (2021, mayo 5). Compañía de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres de la Armada de Colombia recibe acreditación como equipo de búsqueda y rescate de nivel mediano en Colombia. Recuperado el 11 de junio de 2022 de: https://www.armada.mil.co/es/content/compania-gestion-del-riesgo-y-atencion-desastres-armada-colombia-recibe-acreditacion-como

Valencia Londoño, P. A. (2020). Retos del posconflicto frente a la respuesta humanitaria: entre la persistencia de las consecuencias humanitarias y las limitaciones al mandato de los actores humanitarios. Opinión Jurídica, 19(38), 179-200. https://revistas.udem.edu.co/index.php/opinion/article/view/3285/2955

 

 

 

 

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